El Síndrome del Impostor

Vamos a hablar de algo que me ha sucedido a mí (y me sigue sucediendo) y a mucha otra gente cuando asume ciertas responsabilidades o estatus en sus áreas de conocimiento y trabajo. No, no es que debido a eso atraigas más al sexo opuesto, eso sólo me pasa a mi. Estoy hablando del Síndrome del Impostor.

Y es que llegas a un proyecto, hablas con un amigo o compañero de profesión, hablas con un cliente o asumes una responsabilidad acorde a tu conocimiento y sientes que estás engañando a los demás, que tu no tienes los requisitos ni el conocimiento para asumir ese estatus, o responsabilidad. Sientes que eres un impostor, asumiendo un rol para el que no tienes capacidad o conocimiento.


¿Qué es el Síndrome del Impostor?

El síndrome del impostor se caracteriza por la creencia persistente de no ser lo suficientemente bueno o competente, a pesar de evidencias que demuestran lo contrario. La persona puede sentir que su éxito se debe a la suerte, o que ha engañado a los demás para que piensen que es más competente de lo que realmente es.

Esto puede suceder en muchos ámbitos de la vida pero se expresa con más claridad en el mundo laboral, al estar muy marcadas las responsabilidades y los perfiles.


Características Principales

Hay varias características del síndrome del impostor que se pueden dar

  • Auto-duda: Una desconfianza constante en las propias habilidades y logros.
  • Atribución a factores externos: Tendencia a atribuir el éxito a la suerte o a la ayuda externa.
  • Miedo al fracaso: Miedo constante de no cumplir con las expectativas y ser descubierto como un «fraude».
  • Perfeccionismo: Estándares personales extremadamente altos y miedo a cometer errores.

Resumiendo, crees que no vales para la responsabilidad que tienes, ya sea porque crees que estás engañando al resto o porque tu visión es de llegar a retos imposibles.


No sé decir «No»

Uno de los problemas es meterte en jardines que te van a generar incertidumbre o que están por encima de tus posibilidades y habilidades. No saber decir que «No» a los demás o a ti mismo te puede meter en un hoyo, en el cual creas que cavando más y más lograrás salir, y es justo al contrario.

Alguno sale por Nueva Zelanda

No sé. No puedo. Tengo otras tareas más prioritarias. Es imposible. No es mi responsabilidad.

Decir estas frases no te hace peor trabajador. Ser sincero es un aspecto positivo, ahora bien, en la sinceridad también está la responsabilidad siempre puede ir acompañado de un «haré lo que esté en mi mano» (pero no más de lo posible).


Nadie lo sabe todo y nadie es perfecto

A veces nos comparamos con otras personas que vemos como superiores a nosotros. No son perfectos, tu tampoco y nunca lo vas a ser (menos mal).

Yo nunca llegaré a sazonar así el entrecot

La estupidez es la felicidad

Si tienes este tipo de pensamientos, es porque eres capaz de evaluar las situaciones y fijas unos niveles de conocimiento y destreza inalcanzables, que son los que tú entiendes que son los óptimos para satisfacer una tarea. Pero la gente «normal» les vale con saber atarse los cordones, hacer lo que les mandan sin pensar en mejorarlo, hablar de fútbol y de política. Ellos en su falta de metas y autoexigencia son felices, y tú no. No te digo que hables de fútbol y política, pero tómatelo con calma. «Piano, piano si va lontano».

Métete un lápiz por la nariz para mejorar la experiencia

Celebra tus éxitos, valórate

Identifica y valora tus logros, si no te salen siéntate a escribirlos, si no te salen pregúntaselo a alguien de confianza que tendrá un juicio externo más claro. Ponte metas realistas y celebra su consecución.

Acabo de ir al baño. ¡Si!

En conclusión

No sé qué hago yo hablando de esto cuando no soy experto en nada de esto. Tampoco sé porqué tengo un blog de tecnología, si no soy ningún gurú y me falta mucho por conocer, hay mucha gente con mucho más conocimiento que yo. Voy a dejar el blog, me voy a apuntar a todas las ingenierías que haya y, cuando las tenga, podré ir dando lecciones. ¿Qué me he creído?

Workaholic

El trabajo es infinito, siempre habrá cosas que hacer. Paco, se esfuerza y trabaja duro, 12 o 14 horas al día, pero siempre hay nuevos mails que responder, planificaciones que hacer, llamadas que realizar, documentos que generar, incidencias que corregir, proyectos que ganar, seguir o cerrar. Paco es «feliz», sus jefes están contentos, sus clientes están contentos y sus subordinados también. Su buen humor y amplia sonrisa, rodeado de papeles, llamadas, reuniones y mails, da la impresión de que se siente realizado. Paco tiene un problema, es un adicto al trabajo, un Workaholic.

Algún día todo esto será tuyo, Paco.

¿Qué es el Workaholism?

En la búsqueda constante de la excelencia y el éxito profesional, muchos caen en la trampa del workaholism sin darse cuenta de sus peligros.

El workaholism no es simplemente un hábito, es una condición seria que puede tener profundas implicaciones en la salud física y mental. El workaholism se camufla a menudo como una insignia de honor en la cultura corporativa moderna. Detrás de cada profesional que se queda hasta tarde y sacrifica fines de semana, podría haber una historia no contada de lucha y desequilibrio.

Más que un compromiso laboral, el workaholism es una adicción que consume la identidad y el tiempo de una persona. A diferencia de un enfoque saludable en el trabajo, el workaholism se caracteriza por una obsesión que no siempre se correlaciona con la productividad. ¿Pero cómo se cruza la delgada línea entre el compromiso y la adicción?


La Sonrisa del Workaholic

Muchos workaholics proyectan una imagen de éxito y satisfacción. Sin embargo, detrás de esa sonrisa, a menudo hay estrés, agotamiento y ansiedad. Esta sonrisa se convierte en una máscara que oculta la realidad de una lucha interna constante. Impulsada por el miedo al fracaso y la percepción de que admitir el agotamiento es una señal de debilidad, la sonrisa es una fachada de resistencia y negación.

¡Qué bien me encuentro!

Efectos en la Salud Mental y Física

El workaholism no es solo una preocupación laboral, es una amenaza para la salud. Desde trastornos del sueño hasta enfermedades cardíacas, el coste físico puede ser devastador. Además, el peaje mental incluye ansiedad, depresión y una sensación de aislamiento. Sin olvidar la conciliación entre tu vida personal/familiar y el trabajo.

Hay cosas que no se pueden recuperar
(Imagen creada con ChatGPT y Dall-E 3)

Mi experiencia

Yo empecé en Coritel cuando era un tierno lechón y uno de mis jefes, que se sentaba a mi lado, con obesidad, un día dejó de venir porque le había dado un jamacuco al corazón. Welcome to the jungle in your face. Llevaba, quizás 5 meses de consultor, vi que ese no era el camino que quería para mi y, a pesar de que fue una buena experiencia trabajar en Coritel, duré 1 año allí (es una historia larga).

Como te dé una miaja de apechusque, la roscas
La Escala de achaques
Cuanto más arriba, más cerca del tanatorio

He tenido épocas de mi vida de mucho trabajo, pero suelen venir dadas por arranques o momentos concretos. Y, creo, se diferenciar bien el trabajo lógico del trabajo excesivo. Cierto es que trabajo a cualquier hora, pero es por mi situación personal, que me obliga a ser flexible en horarios.


La búsqueda del equilibrio

Como muchas otras cosas, en el equilibrio está la clave. La vida profesional es muy importante, enriquecedora y apasionante pero tiene que dejar espacio para la vida personal y familiar. Como estrategias para el Equilibrio yo veo:

  • Establecer Límites Claros: Define una hora de finalización del trabajo cada día y cúmplela. Asegúrate de tener tiempo suficiente para la relajación y actividades fuera del trabajo. Apaga las notificaciones y establece un espacio de trabajo separado si trabajas desde casa.
  • Priorizar Tareas: Aprende a distinguir entre tareas urgentes e importantes. No todo lo que parece urgente lo es. Esto te ayudará a trabajar más eficientemente y a reducir el tiempo dedicado a tareas innecesarias.
Está mandando un mail a los bomberos
  • Toma Descansos Regulares: Los descansos regulares durante el día pueden aumentar la productividad y reducir el agotamiento. Usa técnicas como la técnica Pomodoro (trabajar 25 minutos y descansar 5) para estructurar tu tiempo.
Mejor «Pomodoro» que «Penne alla Puttanesca Arrabbiata»
  • Aprende a delegar: Tu no puedes con todo, y no estás solo. Y si lo estás pide ayuda. Delegar es fundamental para que las cosas en tu cabeza funcionen bien. Que si, que nadie lo va a hacer mejor que tú, pero no compensa pasarlo mal por hacer algo con tus manías.
Tomad y comed todos de él, porque este es mi marrón que será hecho por vosotros
  • Se consciente de lo que pierdes: Porque trabajar 12 horas al día no sale gratis. Vas a perder tiempo, y el tiempo no lo puede comprar el dinero. Tiempo para estar con tu pareja, con tu familia, con tus amigos. Tiempo para tí, tu tiempo, tu espacio, tu vida.
¡Anda! Deja de leer esto y llama a tu madre
  • Desarrolla Hobbies y Intereses: Involúcrate en actividades que disfrutes fuera del trabajo. Esto no solo proporciona un necesario descanso sino que también mejora tu identidad fuera de tu rol laboral.
Lo que suelo hacer todos los fines de semana
  • La perfección es imposible: Reconoce que nadie es perfecto y que está bien cometer errores. Trátate con amabilidad y compasión en lugar de autocrítica constante. Tú solo no vas a conseguirlo y, si lo haces, el peaje que vas a pagar no te va a compensar, y nadie te lo va a agradecer en la misma medida de tu esfuerzo.
Esta es la imagen que más me ha costado sacar de Dall-E 3
¡Y no ha quedado perfecta! ¡Mierda!
  • Busca Apoyo: Habla con amigos, familiares o un profesional de la salud mental sobre tus luchas. A veces, simplemente compartir tus experiencias puede ser increíblemente liberador y esclarecedor.
Buscar a Pollo

En conclusión

El camino al Workaholism es, a veces, desconocido y no sabes qué estas cayendo hasta que estás dentro.

Como la droga.

Una vez dentro es difícil romper esa dinámica e incluso escondes tu estrés y ansiedad a los demás.

Como la droga.

Te genera satisfacción al ser recompensado por tu trabajo y al sentirte más útil que el resto. Te genera euforia y alegría inmediata.

Como la droga.

Todo esto te lo dice uno que trabaja y luego en sus ratos libres escribe un Blog sobre temas del trabajo.

Pero yo lo puedo dejar cuando quiera.

La jaula de oro

Vamos a hablar de un concepto que es bastante común, y peligroso en los ambientes laborales especializados. La jaula de oro.

Lo que nunca podrá comprar el dinero es el tiempo. Tempus Fugit
Imagen creada con ChatGPT y Dall-E 3

La jaula de oro (o rat race en inglés) es el término utilizado para ilustrar ese comportamiento de ciertas personas que adecuan constantemente su nivel de vida a sus ingresos, haciendo que necesiten esos ingresos para mantener ese nivel de vida, y si suben sus ingresos aumentan el nivel de vida.

Siempre vivirán al límite de sus capacidades, sin poder permitirse un trabajo más relajado o más tiempo libre. Su poder adquisitivo se convierte en su jaula de oro, llena de cosas materiales, pero vacía de vida más allá del trabajo.


Quien mucho paga poco más puede ofrecer

Cuidado con cambiarte constantemente de trabajo buscando siempre la mejora económica sin mirar más. Hay empresas que lo único que pueden ofrecer es dinero para contratar/retener gente porque sin ese aliciente no tienen nada más atractivo. En uno de estos saltos puedes meterte en la jaula y luego salir es complicado.


La hipoteca como yugo

Porque cuando ganas X miles al año te compras una casa de Todoloquemedeelbanco y cuando ganas más te compras una mejor, porque el banco te va a dar más. Es ley de vida pero te estás hipotecando y no solo en el sentido puramente económico, te metes en una rueda de gastos fijos que no te deja parar a descansar.


La Educación Financiera es la clave (otra vez)

Por mucho que se cobre, si hacemos lo mismo que hacen otros que cobran menos, es decir, llevar una vida al límite de sus ingresos, estaremos en su misma situación.

Nunca se sabe qué pasará mañana y, sin agobios, hay que planificar el camino que nos gustaría seguir y qué haríamos ante diversos escenarios.

Hay que conocer conceptos como plan de ahorro, TAE, TIN, ROI, IPC, Inflación, deflación, tipos de interés del banco central, tipo interés variable, sistema francés de amortización, etc. He dicho conocer, no es necesario ser un experto.

Te pueden decir que te dan un préstamo al 2% TIN pero luego, con los gastos asociados eso se te sube al 5% TAE. O tienes que saber qué le pasa a tu hipoteca cuando el Banco Central Europeo sube 0,5 puntos los tipos de interés. O qué te conviene más, tipo fijo o tipo variable.

Si no pongo este video reviento.
Al final tenían razón

Conclusión

No es este Blog el indicado para explicar estos conceptos, ni yo puedo ir dando lecciones, pero el ideal sería tener espíritu crítico, ser realista, previsor, presentar los escenarios que pueden suceder y generar una red de seguridad mínima (ahorros, inversiones, etc.) Y, en definitiva, intentar trabajar en un sitio en el que estés cómodo, y poder tener capacidad de maniobra para descartar trabajos con gran salario porque te restan vida por dinero.

Que el dinero no sea lo que te quite el sueño.

Y no, no te va a tocar la lotería.

El Síndrome de BurnOut

¡Lzkchsz rdz!
Mn otdcn lár, ldmtcn hmehdqmn, drsnx gzqsn. Bqdn ptd ld gd dpthunbzcn x drsn ld rtodqz.
Drsnx ptdlzcn.

¿Qué dices?

Pues que estoy quemado.

Imagen creada con Microsoft Copilot
(que usa internamente las herramientas OpenAI)

Síndrome de BurnOut

El burnout o síndrome de quemarse por el trabajo se caracteriza por un estado de agotamiento físico, mental y emocional prolongado, resultante de un estrés laboral crónico. Este fenómeno no solo afecta el bienestar del individuo, sino que también repercute negativamente en la productividad y en el ambiente laboral. Además también afecta a las relaciones familiares y sociales. Vamos que hacemos pleno de efectos negativos sobre la persona que lo padece.

This man is on fire!

Causas más comunes

¿Hace falta explicarlas? Bueno en su mayoría es sentido común.

  • Todo es Urgente: Los proyectos con plazos ajustados y la cultura del «todo es urgente» pueden llevar a un estrés mental continuo y a sentir que siempre se están apagando fuegos o poniendo parches, sin construir con bases sólidas y teniendo la sensación de vacío.
  • Mala gestión de proyecto: Si estás en un proyecto donde no están claras las tareas, los plazos, la planificación, la asignación de esfuerzos la incertidumbre genera caos y el caos es un estresante que afecta a todo el mundo.
  • One Man Band: Entre que no sabes medir tus fuerzas y te metes en responsabilidades tú sólo, o que se dimensiona mal el equipo, terminas tocando 3 instrumentos. Al final la orquesta suena mal.
  • Falta de Equilibrio entre Trabajo y Vida Personal: El trabajo remoto, a pesar de sus ventajas, puede difuminar los límites entre la vida personal y profesional.
  • Cultura de Siempre Estar Disponible: La expectativa de estar siempre disponible, incluso fuera del horario laboral, aumenta el estrés.
  • Falta de Apoyo y Reconocimiento: La ausencia de un ambiente de apoyo y la falta de reconocimiento pueden disminuir la moral y aumentar el riesgo de burnout.

¿Y cómo sé que tengo estoy quemado?

Pues porque huele a humo ¿no?.

Esto es como decirle a alguien que le vas a dar un puño en la cara, y que te pregunte ¿Cómo sabré cuando me has dado el puño?. Lo sabrás, dolerá y te dejará tirado en el suelo.

Esa es la definición rápida, ahora bien, algo más detallado sería cuando sufres:

  • Agotamiento físico y emocional: Fatiga constante, falta de energía, sensación de vacío. Un dolor constante y profundo de cabeza, mareos, falta de sueño…
  • Desconexión: Sentirse desconectado de los proyectos y de los compañeros de trabajo.
  • Disminución del rendimiento profesional: Aumento de errores, dificultad para concentrarse y toma de decisiones.
  • Cinismo hacia el trabajo: Sentimientos negativos y cínicos hacia los clientes o el trabajo en sí. No te hace falta una cerilla para encenderte.
Estoy agotado, en esta mierda de trabajo que no me compensa, en el que no rindo nada

Una fiesta, vamos.


¿Qué se puede hacer?

Pues aquí yo veo dos niveles de actuaciones distintos. Haciendo un símil de que el Síndrome del Burnout es caer en un pozo hay que saber que hacer para no caer y qué poder hacer para salir si ya has caído.

Manolo, te queda poca tierra firme. Como te de una miaja de estrés, caes.

Evitar caer en el pozo

Para evitar caer en el pozo hay varias cosas que se pueden prevenir.

  • Equilibrio entre trabajo y vida personal: Establece límites claros entre el tiempo de trabajo y el tiempo personal. Aprende a decir «no» a tareas que excedan tu capacidad o horario.
  • Gestión del tiempo y prioridades: Utiliza técnicas de gestión del tiempo, como la matriz de Eisenhower, para priorizar tareas basándote en su importancia y urgencia.
  • Descanso y desconexión: Asegúrate de tomar descansos regulares durante el día de trabajo y desconecta completamente del trabajo durante tus días libres.
  • Apoyo social: Mantén una red de apoyo sólida, tanto en el trabajo como fuera de él. Comparte tus experiencias y preocupaciones con amigos, familiares o colegas de confianza. No temas hablar, ser sincero, aunque creas que va a sentar mal.
  • Cuidado personal: Incorpora actividades que fomenten tu bienestar físico y mental, como el ejercicio, la meditación, lectura, o hobbies que disfrutes. ¿Vale escribir un blog sobre tu profesión? No.

Salir del pozo

Amigo, ya has caído y es muy difícil salir, vas a tener heridas al caer y al intentar salir. Y te van a quedar cicatrices, pero cuando estás dentro solo hay un camino, hacia arriba para salir.

Ve hacia la luz

Algunas ideas para salir pueden ser:

  • Aceptación: Acepta tu estado mental y físico. Toma perspectiva y mira lo que te está dañando. Piensa que este estado es un círculo vicioso, cuanto más trabajo tienes, peor estás, menos productivo eres y más trabajo se acumula.
  • Levanta la mano: La única forma de parar ese círculo vicioso en el trabajo es levantar la mano, decir que estas mal y pedir trabajar con tus superiores y compañeros para darle la vuelta a la situación.
  • Solicitar ayuda profesional: Considera la posibilidad de buscar el apoyo de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o incluso tu médico de cabecera, que pueda proporcionarte estrategias adaptadas para gestionar el estrés y el agotamiento.
  • Para, respira y piensa en tu presente y tu futuro: Reflexiona sobre tus objetivos profesionales y personales. Es posible que necesites ajustar tus expectativas o cambiar de dirección para encontrar un camino más sostenible y satisfactorio.
  • Implementa cambios en tu rutina: Introduce cambios saludables en tu rutina diaria que promuevan la recuperación, como mejorar tus hábitos de sueño, dedicar tiempo a actividades recreativas y reducir las horas de trabajo excesivas.

En conclusión

Hoy en «cosas que a mi nunca me van a pasar» tenemos uno de los males del siglo XXI. Identificarlo, aceptarlo y trabajar en soluciones es el único camino. La vida te va enseñando a base de palos, cuando eres joven te crees invencible, pero la vida no trata de no tropezarse, trata de levantarse una y mil veces y de aprender. Y no, no quiero decir la palabra de moda (resiliencia) porque la entiendo como un «te aguantas, lo asimilas y continuas», pero hay más salidas y, a veces, si algo te hace daño, una opción viable es dejarlo y a otra cosa.