El trabajo es infinito, siempre habrá cosas que hacer. Paco, se esfuerza y trabaja duro, 12 o 14 horas al día, pero siempre hay nuevos mails que responder, planificaciones que hacer, llamadas que realizar, documentos que generar, incidencias que corregir, proyectos que ganar, seguir o cerrar. Paco es «feliz», sus jefes están contentos, sus clientes están contentos y sus subordinados también. Su buen humor y amplia sonrisa, rodeado de papeles, llamadas, reuniones y mails, da la impresión de que se siente realizado. Paco tiene un problema, es un adicto al trabajo, un Workaholic.

¿Qué es el Workaholism?
En la búsqueda constante de la excelencia y el éxito profesional, muchos caen en la trampa del workaholism sin darse cuenta de sus peligros.
El workaholism no es simplemente un hábito, es una condición seria que puede tener profundas implicaciones en la salud física y mental. El workaholism se camufla a menudo como una insignia de honor en la cultura corporativa moderna. Detrás de cada profesional que se queda hasta tarde y sacrifica fines de semana, podría haber una historia no contada de lucha y desequilibrio.
Más que un compromiso laboral, el workaholism es una adicción que consume la identidad y el tiempo de una persona. A diferencia de un enfoque saludable en el trabajo, el workaholism se caracteriza por una obsesión que no siempre se correlaciona con la productividad. ¿Pero cómo se cruza la delgada línea entre el compromiso y la adicción?
La Sonrisa del Workaholic
Muchos workaholics proyectan una imagen de éxito y satisfacción. Sin embargo, detrás de esa sonrisa, a menudo hay estrés, agotamiento y ansiedad. Esta sonrisa se convierte en una máscara que oculta la realidad de una lucha interna constante. Impulsada por el miedo al fracaso y la percepción de que admitir el agotamiento es una señal de debilidad, la sonrisa es una fachada de resistencia y negación.

Efectos en la Salud Mental y Física
El workaholism no es solo una preocupación laboral, es una amenaza para la salud. Desde trastornos del sueño hasta enfermedades cardíacas, el coste físico puede ser devastador. Además, el peaje mental incluye ansiedad, depresión y una sensación de aislamiento. Sin olvidar la conciliación entre tu vida personal/familiar y el trabajo.

(Imagen creada con ChatGPT y Dall-E 3)
Mi experiencia
Yo empecé en Coritel cuando era un tierno lechón y uno de mis jefes, que se sentaba a mi lado, con obesidad, un día dejó de venir porque le había dado un jamacuco al corazón. Welcome to the jungle in your face. Llevaba, quizás 5 meses de consultor, vi que ese no era el camino que quería para mi y, a pesar de que fue una buena experiencia trabajar en Coritel, duré 1 año allí (es una historia larga).
He tenido épocas de mi vida de mucho trabajo, pero suelen venir dadas por arranques o momentos concretos. Y, creo, se diferenciar bien el trabajo lógico del trabajo excesivo. Cierto es que trabajo a cualquier hora, pero es por mi situación personal, que me obliga a ser flexible en horarios.
La búsqueda del equilibrio
Como muchas otras cosas, en el equilibrio está la clave. La vida profesional es muy importante, enriquecedora y apasionante pero tiene que dejar espacio para la vida personal y familiar. Como estrategias para el Equilibrio yo veo:
- Establecer Límites Claros: Define una hora de finalización del trabajo cada día y cúmplela. Asegúrate de tener tiempo suficiente para la relajación y actividades fuera del trabajo. Apaga las notificaciones y establece un espacio de trabajo separado si trabajas desde casa.

- Priorizar Tareas: Aprende a distinguir entre tareas urgentes e importantes. No todo lo que parece urgente lo es. Esto te ayudará a trabajar más eficientemente y a reducir el tiempo dedicado a tareas innecesarias.
- Toma Descansos Regulares: Los descansos regulares durante el día pueden aumentar la productividad y reducir el agotamiento. Usa técnicas como la técnica Pomodoro (trabajar 25 minutos y descansar 5) para estructurar tu tiempo.

- Aprende a delegar: Tu no puedes con todo, y no estás solo. Y si lo estás pide ayuda. Delegar es fundamental para que las cosas en tu cabeza funcionen bien. Que si, que nadie lo va a hacer mejor que tú, pero no compensa pasarlo mal por hacer algo con tus manías.

- Se consciente de lo que pierdes: Porque trabajar 12 horas al día no sale gratis. Vas a perder tiempo, y el tiempo no lo puede comprar el dinero. Tiempo para estar con tu pareja, con tu familia, con tus amigos. Tiempo para tí, tu tiempo, tu espacio, tu vida.

- Desarrolla Hobbies y Intereses: Involúcrate en actividades que disfrutes fuera del trabajo. Esto no solo proporciona un necesario descanso sino que también mejora tu identidad fuera de tu rol laboral.
- La perfección es imposible: Reconoce que nadie es perfecto y que está bien cometer errores. Trátate con amabilidad y compasión en lugar de autocrítica constante. Tú solo no vas a conseguirlo y, si lo haces, el peaje que vas a pagar no te va a compensar, y nadie te lo va a agradecer en la misma medida de tu esfuerzo.

¡Y no ha quedado perfecta! ¡Mierda!
- Busca Apoyo: Habla con amigos, familiares o un profesional de la salud mental sobre tus luchas. A veces, simplemente compartir tus experiencias puede ser increíblemente liberador y esclarecedor.
En conclusión
El camino al Workaholism es, a veces, desconocido y no sabes qué estas cayendo hasta que estás dentro.
Como la droga.
Una vez dentro es difícil romper esa dinámica e incluso escondes tu estrés y ansiedad a los demás.
Como la droga.
Te genera satisfacción al ser recompensado por tu trabajo y al sentirte más útil que el resto. Te genera euforia y alegría inmediata.
Como la droga.
Todo esto te lo dice uno que trabaja y luego en sus ratos libres escribe un Blog sobre temas del trabajo.
Pero yo lo puedo dejar cuando quiera.




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